Los juguetes sexuales pueden ayudarnos a retomar el contacto tras un periodo de inactividad en la intimidad, por ejemplo si ha existido o existe falta de deseo.

El verano en ocasiones representa un punto de inflexión para las parejas. Quizás no ha ocurrido nada en especial últimamente, pero en vacaciones nos encontramos cara a cara, 24 horas al día y sin algunas excusas que nos ponemos durante el año.

También pasa, no es nada raro, que es precisamente en estos días cuando mejor estamos y nos preguntamos porqué no podemos mantener este bienestar en la pareja. Hacemos revisión de los últimos meses y hablamos de lo que nos falta en nuestra vida cotidiana para poder estar así de bien.

Parejas que llevan todo el curso sin apenas relaciones sexuales, porque no se encuentran, porque cuando sí se encuentran entonces no les apetece, o a uno sí y al otro no. “Esto no puede seguir así”, se dicen cuando tienen oportunidad, “tenemos que hacer algo”. Hay que retomar el contacto sexual cuanto antes.

Pero pasar de 0 o de poco a 100 es demasiado y da vértigo, pereza a veces. ¿Como retomar las relaciones sexuales tras meses de abstinencia? Esto pasa a menudo por ejemplo cuando se ha sido padre o madre recientemente, una cosa por otra y al final no sabemos ni como empezar.

Hoy os doy una idea que suelo ofrecer a las parejas cuando se sienten así de “atascados” y necesitan retomar el contacto es visitar un sexshop, física u online y elegir algo entre los dos para probar juntos.

Es cierto que cuando se lleva un tiempo sin relaciones o cuando el deseo no está al nivel que nos gustaría, comprarse un vibrador puede apetecer menos. Es como si no tienes hambre y te animo a entrar a una pastelería y elegir una tarta, igual te entra hambre cuando las veas con esa pintaza pero así a priori no te llama la atención.

Por eso, en cuanto a juguetes sexuales, recomiendo comenzar con algo más suave, como la cosmética sensorial que abarcaría aceites de masaje, lubricantes, polvos de sabor, geles de sabores, con efectos de temperatura etc. y así no entramos tan a saco, no tenemos esa presión por practicar el coito que cuando el deseo está bajo es la última de nuestras opciones. Pero un masaje, un ratito de caricias con nuestra pareja, seguro que apetece más.

Otra idea son los juegos de mesa para parejas. Hay de todo tipo, algunos más atrevidos, para sacar de lo de siempre a quién quiera cambiar y otros más sensoriales, destinados a descubrir nuestro cuerpo y el del otro de formas diferentes. Ni siquiera el tiempo es excusa, tampoco es necesario sentarse a terminar el tablero, quizás tirar un par de dados de vez en cuando sea más que suficiente para ese momento en pareja.

Y así alimentamos nuestro deseo, poco a poco, vamos haciendo lo que nos pide el cuerpo. Sin forzar…

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